Dicen
que el arte de tejer tiene ciertos beneficios en los adultos y, aunque no lo
creamos, en los niños también. Según
la neurociencia, el movimiento repetitivo que se realiza al tejer, combinado
con el sentimiento de crear algo nuevo o modificar algo existente, hace que el
cuerpo genere dopamina (el neurotransmisor de la recompensa), endorfinas (que
producen una sensación de bienestar, liberadas también durante el ejercicio) y
serotonina (asociada con el buen humor).
Al tejer intervienen diferentes áreas del
cerebro como la motora, la visual, la sensitiva, entre otras. Por lo tanto, nos
ayuda en la capacidad de concentración, en las relaciones sociales, a mejorar
la creatividad, estimula el pensamiento matemático, refuerza, sobre todo en los
niños, las habilidades motoras y por supuesto en el aspecto emocional, puede
ayudar a relajarse, a elevar la autoestima, controlar las frustraciones, y la
lista continua ...
Comencemos con algo que podamos hacer todos: enrollemos.
EL enrollado favorece la
motricidad fina y la destreza de movimientos manuales.
Otro uso del enrollado puede ser el siguiente:
Si querés podes seguir esta versión, para mí es más practica para globos grandes:
Ahora agregamos palitos de helado o de cualquier tipo ( ramas de árboles, palitos de brochet...)
La mariposa es un primer paso para aprender a confeccionar los si¨kuli u Ojos de Dios
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